domingo, 13 de octubre de 2013

domingo, 6 de enero de 2013

¿Enseñas como estos profesores?

Leyendo el post "Motivación universitaria exterminada por una mala docencia" de Aitor Sánchez García he reflexionado sobre cómo enseño y si las descripciones podría servir a otros.

Aquí dejo el comienzo de post:
"Hoy me ha vuelto a pasar, he agachado la cabeza y simplemente lo he encajado como otras tantas veces, no tenía ganas de discutir, probablemente me esté inundando de nuevo la desilusión…
Llevo años intentando engañarme a mí mismo, pienso y me digo mentalmente “son unos pocos docentes”, “no son todos así” pero ya van muchas veces. De nuevo, hoy, 80 personas se han puesto a copiar un texto que estaba proyectado en la pared; de forma simultánea podemos escuchar durante 60 minutos como una voz se limita a leer en voz alta esas frases, una vez, y otra segunda más despacio.
El rebaño lo copia, y pasamos a la siguiente diapositivia, los minutos se consumen poco a poco… otra hora desperdiciada, la oportunidad que nos brinda juntarnos casi 100 personas con algo de trayectoria en la espalda se esfuma. Un nuevo cartucho docente desperdiciado. Aburrir en una clase es un crimen.
Puedes seguirlo en profesores ancianos

¿apagando Bolonia? La disrupción educativa.

Enrique Dans aparece citado en El Mundo, en el suplemento Campus,  en un artículo de Ángel Díaz,  titulado “La tecnología, una revolución que eclipsará a Bolonia“. Publica también una columna, titulada “La hora de la disrupción tecnológica“, en la que pretende resaltar la necesidad de provocar que la educación pase por el necesario proceso de disrupción debida a la tecnología por el que están pasando tantos otros sectores.

Enrique Dans hablando sobre el futuro de las metodologías educativas

Pensar que aunque estoy anticuado trato de montarme en el tren de las nuevas técnicas educativas.
Enrique Dans publica en su blog unas notas con las que estoy de acuerdo pero me cuesta aplicar.
Dice que "Hemos vivido un proceso de cambio que nos ha llevado a un escenario completamente diferente a aquel para el que originalmente diseñamos el proceso formativo. Hace no tantos años, la educación se llevaba a cabo en un escenario en el que el acceso a la información era un bien preciado. Los profesores eran los que administraban los conocimientos al alumno mediante libros de texto y apuntes, que transmitían a los alumnos con los medios entonces a su alcance. El alumno debía memorizar muchos de estos conocimientos y entender cómo acceder a otros, ayudado por una metodología que enfatizaba la repetición mediante preguntas, ejercicios, exámenes… ¿Qué constituía un trabajo típico? “Para mañana, quiero dos folios con las causas de la 1ª Guerra Mundial”. Eso significaba biblioteca, enciclopedia, copiar, y finalmente, pasar a limpio. El valor estaba en saber encontrar y sintetizar la información. Y con ello, un proceso de aprehensión de conocimientos que, posteriormente, había que repetir en un examen.
Hoy, la metodología es sencillamente absurda. La comunicación de los conceptos mediante apuntes y lecciones magistrales resulta ineficiente y ridícula. Los trabajos son resueltos con un rápido recurso al Ctrl+C, Ctrl+V, y despachados, en el mejor de los casos, con una pequeña reescritura y cambio de estilo hecho “para disimular”. El conocimiento empaquetado en un libro de texto, como comentábamos hace poco tiempo, supone una simplificación y una atrofia de una necesidad clara del alumno actual: la de orientarse en la red. Saber buscar, cualificar, filtrar, validar y utilizar información que proviene de fuentes muy diversas, muchas de ellas malas, algunas buenas, y sobre todo, enormemente plurales. Al profesor corresponde ejecutar un curriculum determinado: proponer y acotar temas a los alumnos, gestionar fuentes de información, estimular la creatividad y la discusión, todo ello necesariamente apoyado en una base fuerte de gestión de la información digital que eduque a los alumnos en el manejo de lo que va a ser su herramienta fundamental en toda su vida profesional.
Lo primero: la formación del profesorado.
En todo proceso de cambio, la formación y colaboración del profesorado es crucial, tal y como ocurre en el aclamado modelo finlandés. Y no se trata de alfabetizar tecnológicamente al profesor, sino de hacerlo consciente de un papel diferente: el de gestor de curriculum. Al profesor corresponde llevar a buen puerto un programa educativo con contenidos establecidos y acordados, y sobre todo, no intentar saber más que el alumno en cuanto a metodologías de presentación. No se trata de tener profesores que sean ingenieros de software, sino que sean capaz de inspirar y dirigir discusiones en clase, que tengan criterio sobre su asignatura, y puedan enseñar al alumno a gestionar información. El cómo la presenten o la trabajen es algo que puede ser dejado a su iniciativa: que la escriban en un blog, que la discutan en un foro o que hagan un vídeo es parte del proceso de aprendizaje, y el profesor tan solo debe dirigirlo, incentivarlo y valorarlo adecuadamente. El trabajo de los alumnos es el de recolectores de contenidos, que presentan trabajos indicando sus fuentes, que son evaluados por un profesor en modo content-curator, y que resuelve sus dudas. Los alumnos escogen herramientas, discuten, comentan y presentan.
¿Herramientas? Las estándar. Los campus virtuales, los Blackboard, los Moodle y compañía enseñan a los alumnos a manejar una herramienta que solo van a volver a ver en otra institución educativa. No tienen valor frente al uso de herramientas abiertas como blogs, documentos colaborativos, foros o repositorios de enlaces. Reinventar un sistema de foros o de blogs para integrarlo dentro de un entorno cerrado no tiene ningún sentido. Los libros digitales o multimedia no tienen sentido más que como una fuente adicional más de conocimiento que compite con otras en la red: el conocimiento es abierto, no empaquetado. En el fondo, coordinar el aprendizaje con un desarrollo de habilidades en el campo en que más las van a necesitar."
Aunque sigo aplicando la lección magistral trato de usar con mayor asiduidad moodle, videos, prácticas de programación, problemas abierto comentados, etc.
Para seguir el post completo puedes ir al enlace siguiente metodologías modernas

MOOCS': rupturismo educativo, tecnología coparticipativa y marketing universitario

El campo de la educación superior ha captado en las últimas semanas el interés informativo y editorial de publicaciones como el New York Times, Financial Times y The Economist (por este mismo orden). 

Los MOOCS (Massive Open Online Courses) parecen no estar dejando indiferente fuera de España a casi ningún alto dirigente político, ejecutor universitario, empresario tecnológico e inversor en el campo de la educación superior.

Para evitar confusiones y oportunismos de última hora, los MOOCS no son sinónimo de compra de un gran número de ordenadores personales a repartir entre los alumnos, ni de instalar fibra óptica y pantallas inteligentes en las aulas, ni tampoco de contratar a más profesores de informática ni mucho menos de subir a un repositorio estático todos los planes de asignatura y materiales documentales en formato digital, gracias a herramientas como Moodle y Blackboard.

Los MOOCS son más bien algo así como plataformas multimedia de conocimiento útil o portales web de contenido formativo aplicado, agregado por temáticas (más de ciencias que de humanidades, por el momento). Los MOOCS integran bajo un escaparate ciertamente atractivo, manejable y compacto una multitud de herramientas pedagógicas espléndidamente interconectadas; grabaciones de imagen, narraciones de voz, tests, casos de estudio, experimentos de laboratorio, guías de autoevaluación, comunidades de estudiantes, chats, animaciones visuales, notas técnicas para el instructor y múltiples recursos infográficos para el perfeccionamiento asimilativo. La interpretación del sueño ideal de los MOOCS sería la aproximación a la experiencia educativa terrenal de un estudiante en un magnífico campus y centro universitario, girando todo el proceso de aprendizaje y vivencias en torno a él, y facilitándole para ello todo tipo de artilugios pedagógicos y recursos humanos.
los MOOCS viene de la mano de su filosofía coparticipativa, en la que las ideas, reflexiones y puntos de vista de cada cual son igualmente válidos y respetados, contribuyendo así al enriquecimiento del ambiente mixto de entretenimiento y conocimiento en el que se desenvuelve la clase. Es irremediable recordar la revolución que supusieron en su día las redes P2P (Peer2Peer) para el intercambio gratuito de música y cine, a pesar del triste final empresarial de algunos de sus “jugadores”.

Los MOOCS, aun siendo actualmente más complementos que sustitutivos de la enseñanza convencional, podrían convertirse en el medio plazo en un factor desestabilizador para la representatividad y rentabilidad de las universidades de mentalidad decimonónica (por no referirnos a las medievales). Entre estas posibles víctimas se encontrarían igualmente las clásicas de educación a distancia o por correspondencia, de hace casi un siglo (década de 1920) en países como EEUU y que ahora en el Reino Unido han tomado conciencia de esta imperativa readaptación tecnológica (por ejemplo, la propia Open University).
Si quieres saber más vete al siguiente enlace MOOCS
y en éste  MOOCS 2
MOOCS 3
MOOCS 4 

sábado, 8 de septiembre de 2012

Quién es el culpable del mal rendimiento de los alumnos

Leyendo el blog que aparece al final se incluye esta la frase:
"Ningún método puede ser aplicado con éxito sin maestros brillantes, bien preparados y bien apoyados."
Da material para reflexionar.
Dejo el enlace quien-es-el-culpable-del-mal-rendimiento-de-los-alumnos-de-secundaria/

Ensñanza memorística o mediantes retos.

He visto un artículo interesante sobre la enseñanza en el siguiente enlace La mejor enseñanza.
Ser reviere a los estudios que desde los años 1980 que tuvieron como objetivo averiguar la forma de pensar de los estudiantes de un curso de física elemental universitaria acerca del concepto de movimiento. En esos estudios llevados a cabo por físicos se llegaba a una inquietante conclusión: los estudiantes involucrados en el experimento pensaban en el movimiento según la concepción aristotélica y no a la manera newtoniana, aún a pesar de haber estudiado las leyes de Newton durante el curso (huelga decir que para Aristóteles, el movimiento requería de una fuerza siempre presente, si la fuerza cesaba el movimiento también).
http://lasrelativistas1crixia.blogspot.com.es/
 

domingo, 5 de febrero de 2012