Pensar que aunque estoy anticuado trato de montarme en el tren de las nuevas técnicas educativas.
Enrique Dans publica en su blog unas notas con las que estoy de acuerdo pero me cuesta aplicar.
Dice que "Hemos vivido un proceso de cambio que nos ha llevado a
un escenario completamente diferente a aquel para el que originalmente
diseñamos el proceso formativo. Hace no tantos años, la educación se
llevaba a cabo en un escenario en el que el acceso a la información era
un bien preciado. Los profesores eran los que administraban los
conocimientos al alumno mediante libros de texto y apuntes, que
transmitían a los alumnos con los medios entonces a su alcance. El
alumno debía memorizar muchos de estos conocimientos y entender cómo
acceder a otros, ayudado por una metodología que enfatizaba la
repetición mediante preguntas, ejercicios, exámenes… ¿Qué constituía un
trabajo típico? “Para mañana, quiero dos folios con las causas de la 1ª
Guerra Mundial”. Eso significaba biblioteca, enciclopedia, copiar, y
finalmente, pasar a limpio. El valor estaba en saber encontrar y
sintetizar la información. Y con ello, un proceso de aprehensión de
conocimientos que, posteriormente, había que repetir en un examen.
Hoy, la metodología es sencillamente absurda. La comunicación de los
conceptos mediante apuntes y lecciones magistrales resulta ineficiente y
ridícula. Los trabajos son resueltos con un rápido recurso al Ctrl+C,
Ctrl+V, y despachados, en el mejor de los casos, con una pequeña
reescritura y cambio de estilo hecho “para disimular”. El conocimiento
empaquetado en un libro de texto, como comentábamos hace poco tiempo,
supone una simplificación y una atrofia de una necesidad clara del
alumno actual: la de orientarse en la red. Saber buscar, cualificar,
filtrar, validar y utilizar información que proviene de fuentes muy
diversas, muchas de ellas malas, algunas buenas, y sobre todo,
enormemente plurales. Al profesor corresponde ejecutar un curriculum
determinado: proponer y acotar temas a los alumnos, gestionar fuentes de
información, estimular la creatividad y la discusión, todo ello
necesariamente apoyado en una base fuerte de gestión de la información
digital que eduque a los alumnos en el manejo de lo que va a ser su
herramienta fundamental en toda su vida profesional.
Lo primero: la formación del profesorado.
En todo proceso de cambio,
la formación y colaboración del profesorado es crucial, tal y como
ocurre
en el aclamado modelo finlandés.
Y no se trata de alfabetizar tecnológicamente al profesor, sino de
hacerlo consciente de un papel diferente: el de gestor de curriculum. Al
profesor corresponde llevar a buen puerto un programa educativo con
contenidos establecidos y acordados, y sobre todo, no intentar saber más
que el alumno en cuanto a metodologías de presentación. No se trata de
tener profesores que sean ingenieros de software, sino que sean capaz de
inspirar y dirigir discusiones en clase, que tengan criterio sobre su
asignatura, y puedan enseñar al alumno a gestionar información. El cómo
la presenten o la trabajen es algo que puede ser dejado a su iniciativa:
que la escriban en un blog, que la discutan en un foro o que hagan un
vídeo es parte del proceso de aprendizaje, y el profesor tan solo debe
dirigirlo, incentivarlo y valorarlo adecuadamente. El trabajo de los
alumnos es el de recolectores de contenidos, que presentan trabajos
indicando sus fuentes, que son evaluados por un profesor en modo
content-curator, y que resuelve sus dudas. Los alumnos escogen herramientas, discuten, comentan y presentan.
¿Herramientas? Las estándar. Los campus virtuales, los Blackboard,
los Moodle y compañía enseñan a los alumnos a manejar una herramienta
que solo van a volver a ver en otra institución educativa. No tienen
valor frente al uso de herramientas abiertas como blogs, documentos
colaborativos, foros o repositorios de enlaces. Reinventar un sistema de
foros o de blogs para integrarlo dentro de un entorno cerrado no tiene
ningún sentido. Los libros digitales o multimedia no tienen sentido más
que como una fuente adicional más de conocimiento que compite con otras
en la red: el conocimiento es abierto, no empaquetado. En el fondo,
coordinar el aprendizaje con un desarrollo de habilidades en el campo en
que más las van a necesitar."
Aunque sigo aplicando la lección magistral trato de usar con mayor asiduidad moodle, videos, prácticas de programación, problemas abierto comentados, etc.
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metodologías modernas